En esta publicación descubriremos algunos detalles sobre el Adagio del Concierto de Aranjuez, una de las marchas más emblemáticas de la Banda de Cabecera del Rescate de Linares. Desde su incorporación al repertorio en 1999, esta obra ha trascendido sus orígenes clásicos para convertirse en cita musical-cofrade obligada cada Jueves Santo linarense. Además, veremos dos vídeos de la Banda interpretando esta obra y conoceremos a fondo la emotiva historia que llevó al maestro Rodrigo a componerla.
El Concierto de Aranjuez es una obra musical de 1939 compuesta por Joaquín Rodrigo, originalmente para guitarra y orquesta, tres movimientos: Allegro con spirito, Adagio (la que nos interesa) y Allegro gentile.
Numerosas orquestas y músicos de reconocido prestigio como Paco de Lucía o John Williams han interpretado su enormemente conocido Adagio.
En 1999, Enrique Maestre Infantes decidió (con incuestionable acierto) adaptar este Adagio para incorporarlo al repertorio de la Banda de Cabecera de la Cofradía del Rescate de Linares. Después de dos décadas siendo interpretada, la marcha «Concierto de Aranjuez» se ha convertido en santo y seña de la Banda de Cabecera del Rescate. De esta forma, la icónica pieza del maestro Rodrigo deviene en ejemplo y testimonio de cómo la música clásica puede trascender sus fronteras tradicionales y ser reinterpretada en nuevos marcos culturales, demostrando su capacidad para adaptarse y resonar en diversos contextos.
Este adagio se caracteriza por su paso lento y su melodía inconfundible que, en su versión original, se introduce con un instrumento llamado corno inglés pero, al no ser un instrumento utilizado en las bandas de cabecera, en el Rescate se interpreta con trompeta.
Técnicamente, este Adagio explora recursos propios del flamenco (por eso Paco de Lucía se fijó en ella), la música modal y el impresionismo, mixtura que contribuye a su riqueza sonora y emocional. Rodrigo emplea estos elementos para construir una atmósfera de profunda melancolía y aceptación, pero ¿cuál es la historia de trás de esta brillante composición?
La historia del Adagio del Concierto de Aranjuez.
Se trata de una historia que conecta profundamente la música clásica con el ritmo de la vida y del corazón. Una historia de superación y de inspiración que late al compás del corazón. A pesar de perder la vista a los tres años debido a la difteria, el excepcional músico Joaquín Rodrigo logró transformar su dolor en una de las obras más importantes de la música.
A los tres años de edad, Rodrigo enfrentó la ceguera, pero encontró en la música su refugio. Estudió piano, violín y composición, y con el tiempo, su nombre se asoció a la creación del «Concierto de Aranjuez», una obra monumental. Pero hay algo aún más especial en esta historia, especialmente en su segundo movimiento. El adagio, donde los primeros compases laten como un corazón que lucha por seguir viviendo.
Este adagio, tan conocido y emotivo, no solo es una mezcla de influencias del flamenco y el impresionismo francés. Rodrigo lo escribió en el momento más oscuro de su vida, justo después de la muerte en el parto de su primer hijo y mientras su esposa luchaba por su vida. En esos instantes de angustia, se encontraba en una habitación de hospital, y fue el sonido del monitor cardíaco de su esposa el que marcó el pulso inicial de la composición.
Cada latido, cada pulso, del Adagio está lleno de sentimiento y súplica por la vida
Es en esos compases iniciales donde el latido del corazón se convierte en música. La guitarra, delicada pero firme, emula ese pulso, reflejando la fragilidad de la vida y la esperanza de un hombre que pelea por mantenerla. La orquesta, como un diálogo con Dios, responde al lamento de la guitarra, en una lucha entre la desesperación y la aceptación.
Cada latido, cada pulso de esta obra, está lleno de sentimiento. Rodrigo, con el corazón en la mano, compuso no solo una melodía, sino una súplica, un lamento lleno de vida y esperanza. Al final, cuando el adagio se disuelve en calma, se siente la paz de la aceptación y la superación del dolor.
El profesor de música Alberto Musitaro nos explica esta emotiva historia en Youtube:
