La primera decisión adoptada por la Junta de Gobierno fue la de de salir una hora después acortando el recorrido. De esta forma, y pese a una climatología dominada por el viento, el intenso frío y la nubosidad, la estación de penitencia inició su recorrido sobre las 20:00 horas desde su sede canónica. Como novedad, este año 2018 se había producido la unificación en el mismo trono del calvario de la Virgen de las Angustias con la Vera Cruz. De esta forma se procesionaban tres pasos y no cuatro como venía siendo tradicional hasta el año anterior.
Pero apenas unos minutos después de la salida procesional comenzó a lloviznar, momento en que el paso de Cristo Yacente fue cubierto con plásticos.
Bajo una intermitente lluvia, la procesión continuó su camino hasta la calle Sagasta, donde las condiciones meteorológicas ya se volvieron insoportables, arreció la lluvia y el cortejo procesional regresó de forma precipitada a las dependencias parroquiales de San Francisco.
La Estación de Penitencia de la Virgen de los Dolores en su Soledad, que comienza cuando regresa la procesión del Santo Entierro, tampoco se llevó a cabo.
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