La inestabilidad meteorológica se dejó notar en Linares durante la tarde-noche del Domingo de Ramos 2024. Por ello, la Hermandad de la Santa Cena Sacramental y Nuestra Señora de la Paz decidió acortar su itinerario ante la amenaza de lluvia.
El cielo estaba totalmente cubierto a la hora de la salida y, al empezar a lloviznar, el cortejo tuvo que regresar al templo. Pero minutos después, la Cofradía decidió arriesgar y realizar un recorrido más corto. A la salida, se retomó la tradición de repartir bollitos de pan entre los asistentes, en recuerdo de épocas de escasez. El inmenso trono de la Última Cena salió sin dificultad gracias a los raíles instalados este año. Comenzó su recorrido y después salió el Palio de la Virgen de la Paz, acompañado por la Banda de Música Nuestra Señora de la Paz.
Numeroso público acompañó a la Hermandad y contempló su estación de penitencia, con la Banda de Cabecera abriendo con sus genuinas marchas. Tras ella, el imponente misterio de Nuestro Señor Jesucristo en su Última Cena, obra de Víctor de los Ríos, y el paso de palio de Nuestra Señora de la Paz, llevado con fe y amor por su cuadrilla de costaleros.
En cuanto a estrenos y novedades, la Santa Cena de Linares procesionó con la primera fase de la restauración del Ángel Custodio, la modificación de la dirección y frenos del armón de artillería bajo trono titular, y la sexta fila de candelería del paso de palio.
La Santa Cena pasó por tribuna no exenta de polémica
Ya anocheciendo, y a modo de protesta, por no poder pasar de frente debido a las nuevas dimensiones de la Carrera Oficial, el trono de la Santa Cena procesionó de espaldas, sin detenerse, y a paso de tambor por delante de la tribuna de autoridades donde presidían miembros de la Agrupación de Cofradías y del Ayuntamiento de Linares.
En Carrera Oficial, la Virgen procesionó con absoluta normalidad, recibiendo un ramo de flores del Ayuntamiento.
Pese a las dificultades meteorológicas, la Hermandad pudo cumplir parte de su recorrido procesional durante el Domingo de Ramos 2024.
